Achill Island


En Co. Mayo, unida a la península de Currain por medio de un puente giratorio, se encuentra Achill Island, una isla de 147km2 que cuenta con una población aproximada de 1000 habitantes. El principal centro de actividad en la isla es el pueblo de Keel. Se puede llegar en autobús, pues Bus Eireann dispone de un servicio que, con salida desde Ballina, atraviesa Westport, Newport y Mulrany para alcanzar la isla y recorrerla (Achill Sound, Dooega, Dugort, Keel y Dooagh).

Se trata de la isla más grande de la costa irlandesa y se encuentra rodeada por magníficos acantilados. En días de viento, las olas golpean el rocoso litoral de tal manera que lanzan nubes blancas de espuma sobre la carretera que recorre la costa.

 

La isla también tiene coquetas calas de arena (Keel, Dooega, Keem, Dugort…), turberas, montes… En invierno es una tierra bastante yerma, pero en verano cobra luminosidad gracias al brezo morado, rododendros y florecillas silvestres.

Entre sus principales puntos de interés se encuentra el pueblo abandonado de Slievemore, a los pies del monte del mismo nombre, un recuerdo tenebroso de un modo de vida ya perdido. Hasta el siglo XIX el pueblo se dividía entre población permanente y pastores trashumantes. Tras la Gran Hambruna, la población debió encontrar su sustento en el mar y el pueblo fue decayendo hasta su desaparición.

 

Desde los restos del pueblo se puede ascender sin gran dificultad al monte Slievemore, que con sus 672 m de altura es el punto más alto de la isla. Desde su cima se disfrutan espléndidas vistas de la Bahía de Blacksod.

La gente de la zona cuenta que un profeta del siglo XVII llamado Brian Rua O’Cearbhain tuvo una visión de “carruajes con ruedas, echando humo y fuego» que pasaban por aquí llevando cadáveres en el primero y último de sus viajes. Sorprendentemente, cuando se completaron las obras de la línea ferroviaria a Achill en 1894 ocurrió una tragedia en la zona: 32 jóvenes se ahogaron en la Bahía de Clew, y el primer tren desde Westport a Achill devolvió sus cuerpos a las familias. La profecía volvió 4 décadas más tarde, cuando ya había dejado de funcionar el ferrocarril: 10 trabajadores oriundos de Achill murieron en un incendio en Escocia, en 1937, y la línea volvió a abrirse en un último trayecto para transportas sus cadáveres y enterrarlos en su lugar de origen.

Durante las dos primeras semanas de agosto se puede escuchar música tradicional irlandesa por todas partes durante la celebración del Scoil Acla Festival, que fomenta también la danza, cultura y música tradicional irlandesa. También se pueden alquilar bicicletas para recorrer la isla a nuestro aire.

Para alojarse, la variedad de establecimientos es amplia, abarcando desde hoteles, hasta hostales y B&B, además de camping. Los precios de una habitación doble oscilan entre los 12 y los 100 euros.

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