De vuelta a la realidad, así, sin previo aviso, aun siendo algo anunciado, o mejor dicho, inevitable y consabido. Atrás quedan 7 días en el norte de Irlanda, en los condados de Dún Na nGall, Doire y Aontroim (Donegal, Derry y Antrim), 7 días plenos de sensaciones, nostalgia, recuerdos, historia, evocaciones… ¿Cómo resumirlo?
Naturaleza agreste, salvaje, barrida por el viento, viento como jamás había sentido, que nos impedía avanzar por la Calzada del Gigante, viento que nos impulsaba hacia tierra en Malin Head mientras intentábamos alcanzar las últimas rocas frente al mar, viento que impulsaba la lluvia hacia arriba, como viniendo desde la hierba. Lluvia, menos de la esperada. Carreteras zigzagueantes, cambios de rasante, baches, brincos… Sentir la historia pasada y reciente en la ciudad de Derry. Observar el mundo desde lo alto en Slieve League, que con 600 metros son los más elevados de Europa. La extraña melancolía que desprende Downhill (ver vídeo abajo del todo), con su templete y mansión, abandonados, sin nadie en derredor, sólo el viento. Tantos y tantos lugares, tantas y tantas emociones…
VIDEO DE DOWNHILL