Ocurrió el 1 de mayo de 1170, en Baginbun, en el extremo suroeste del condado de Wexford. Un pequeño grupo de normandos, que había zarpado desde Gales, desembarcó en ese lugar y construyó sobre un acantilado un gran baluarte defensivo que, aun cubierto actualmente por tojos y zarzas, sigue impresionando después de ocho siglos azotado por el viento y el clima irlandés. La fortificación acordonaba por completo el istmo del acantilado, permitiendo que los normandos pudieran emplearlo como cabeza de puente, es decir, como fortificación armada para proteger el lugar de entrada.
Estos invasores normandos no eran soldados del rey de Inglaterra, sino de uno de sus barones, el conde de Pembroke, conocido como Strongbow. Dermot Macmurrough, rey de Leinster, en guerra contra Roderick O’Connor, su Alto Rey tras haber sido depuesto de su trono, solicitó la ayuda del rey Enrique II de Inglaterra, quien concedió a sus caballeros la libertad para apoyarlo con sus hombres. Strongbow, obviamente, esperaba algo a cambio de su apoyo. Macmurrough, por su parte, deseaba la extraordinariamente superior tecnología militar normanda en forma de un equipamiento militar desconocido en Irlanda: caballeros con armadura y arqueros (en aquella época, los irlandeses solo empleaban hondas y piedras). Macmurrough prometió a Strongbow la mano de su hija Aoife, así como el reino de Leinster tras su muerte.
Poco después de la llegada de su avanzadilla, llegó el propio Strongbow, con más caballeros y arqueros, para reclamar la recompensa por su ayuda y en menos de un año no solo había entregado Dublín a Macmurrough, sino que también se había casado con su hija y, a la muerte de Macmurrough, se convirtió en rey de Leinster, tal y como se había acordado.
Fue entonces cuando el rey de Inglaterra, Enrique II, intervino. Acudió no tanto a someter a los irlandeses sino a someter al propio Strongbow, que comenzaba a creerse superior a los demás señores feudales del rey. Y ese fue el inicio de la reivindicación de Londres para sentirse concernido sobre Irlanda. La cuestión de someter finalmente también a los irlandeses se asumió casi de forma inconsciente.
Gracias, Fertxu. Me encantaría que nos fueras presentando más pinceladas sobre la dominación de Irlanda por parte de los ingleses. La idea de presentarnos la pintura, como complemento, me parece genial.
comprendo la indignacion por apoderarse los ingleses de vuestro territorio, tan bella isla. en argentina invadieron nuestras ISLAS MALVINAS
bella isla IRLANDA