Archivo de la categoría: Irlanda Junio 2009

West Ireland Junio 2009 (días 6, 7 y 8)


El domingo amaneció bastante lluvioso y no teníamos muy claro a dónde ir con este tiempo (nos habíamos acostumbrado mal al buen tiempo hasta entonces). Cogimos el coche y volvimos a Ennis a dar una vuelta, pero vimos que la ciudad estaba medio ‘muerta’, así que decidimos acercarnos a Dromore Wood, una reserva natural que tiene algunas rutas y lo poco que queda del castillo de O’Brien.

 

Después de la caminata y algo mojados, optamos por volver a casa y encaminarnos, una vez más, pero sin cansarnos nunca, a los Pollock Holes y los Cliffs del sur de Kilkee.

 

El lunes amaneció soleado y, con pesar, sentíamos la cercanía de la vuelta a casa, así que optamos por caminar hacia el norte de Kilkee, donde también hay acantilados vertiginosos.

 

Por la noche, me tomé unas pintas de Guinness para ahogar las penas. El martes nos levantamos y, sin tiempo para más, nos despedimos de Michael y Bridie, y carretera y manta. Fin de la historia.

Haciendo balance de la semana, me quedo con los paisajes abruptos de las proximidades de Kilkee. Los Cliffs of Moher se llevan la fama (y los 8€ del parking), pero los de Kilkee, aunque algo más modestos, inspiran sensaciones parecidas. A partir de ahora habrá que dedicar las energías a la planificación del próximo viaje, teniendo ya en mente el condado de Donegal.

West Ireland Junio 2009 (día 5)


El sábado le tenía una sorpresa reservado al txurri. Por la mañana estuvimos dando una vuelta por los Pollock Holes y los Cliffs aprovechando que la marea estaba bajando y podíamos trotar por las rocas.

Después de comer, cogimos el coche y nos adentramos en el Burren. Tuvimos que desistir de ver algunos lugares porque nos fue imposible encontrarlos, pero visitamos Carron Church, Poulnabrone Dolmen y paramos de vez en cuando a contemplar el paisaje.

 

Tras pasar un ratito en el pueblo de Kinvara, llegamos a nuestro destino: Dunguaire Castle, donde disfrutamos de una cena medieval algo descafeinada (había cubiertos y los platos estaban más esmerados que en el medievo, pero los anfitriones se esmeraron por deleitarnos la cena con música de arpa, algunos textos y pequeños actos teatrales). Decir que éramos los dos únicos europeos, el resto eran norteamericanos, pero se portaron bastante bien, no dieron mucho la nota.

 

Y tras la cena, a eso de las 23.30, camino a casa con un poco de alcohol en vena: mead (cerveza medieval, o así la venden) y vinito blanco. Fuimos con cuidado, porque entre el puntillo, la noche, las carreteras sin iluminación… en hora y media estábamos de vuelta, sanos y salvos.

West Ireland junio 2009 (día 4)


Después del madrugón del jueves, el viernes lo dedicamos a visitar ruinas en los alrededores de la capital del condado de Clare, Ennis. Aunque la mañana amaneción gris y nos cayeron algunas gotas, finalmente el cielo aguuantó estoicamente.

Primero nos dirigimos a Ennis Friary, que, la verdad, me pareció de lo más normalita:

 

Después de dar un paseillo por Ennis, nos dirigimos al asentamiento de Dysert O’Dea:

 

Terminamos la jornada en Quin Abbey, gratuita y mucho más evocadora y hermosa que la de Ennis (de pago, aunque como en septiembre nos sacamos la Heritage Card y dura un añito, la seguimos exprimiendo):

Y para acabar el día, como todos los demás, paseito por los acantilados de Kilkee (pero estos se merecen una entrada para ellos solitos).

Continuará.

West Ireland Junio 2009 (día 3)


El jueves, afortunadamente, amaneció soleado. Y digo afortunadamente porque ya estaban reservados los pasajes para ir a la más pequeña de las islas de Arán, Inis Oirr (Inisheer). Pues a las 9.30 ya estábamos en el puerto de Doolin, esperando la salida del ferry.

El ferry salió con cierto retraso. Lógico, si hay tropecientas compañías con diferentes destinos que salen de un embarcadero con cabida para un sólo barco. Menos mal que el nuestro fue el segundo… Ya a bordo, obviamente pasé de sentarme en el interior. Yo quería ir junto a la borda, sintiendo la brisa marina en mi rostro. Pero no fue sólo brisa lo que sentí, pues más de una ola rompió contra el ferry, calándome hasta la médula. Los demás pasajeros que iban en el exterior huyeron. Yo no, que soy de Bilbao. Eso sí, llegué bastante refrescaíllo.

Una vez en tierra nos dirigimos plano en mano al primer lugar de la lista, Teampall Chaomhain, situado en el cementerio de la isla. El pequeño templo estaba escondido, como podéis ver:

Una vez degustado el lugar hasta el máximo posible, encendiendo alguna vela que estaba por allá, salimos hacia O’Brien’s Castle, en bastante mal estado, eso sí.

A partir de ahí ya nos perdimos, porque los planos de la isla nos decían que había muchos más lugares de interés, pero la red de caminos. nada señalizados, hizo que anduviésemos de un lado para otro, entre los muros de piedra ya habituales por estos lares. Llegar no llegamos a ningún lugar determinado, pero nos pegamos una caminata que nos sirvió para abrir el apetito y degustar mi querida Bullmer’s! El paisaje, cómo no, de impresión.

Y con esto y un bizcocho, de vuelta al ferry y de vuelta a Kilkee, a contemplar desde los acantilados la puesta de sol.

Y por supuesto, esto continuará…

West Ireland Junio 2009 (días 1 y 2)


Parece que fue hace meses cuando nos encontrábamos en Barajas esperando con ansias el vuelo que nos llevase a Dublín. Y fue sólo hace 10 días.

Afortunadamente, el avión llegó a su hora. Nos dirigimos al mostrador de la empresa de alquiler de coches. Nos esperaba un viaje de 4 horitas desde Dublín hasta Kilkee (Co. Clare), donde teníamos reservado un pequeño… cómo definirlo, albergue, junto a un auténtico pub tradicional de carretera. Pequeño albergue con su cama, su baño, su comedorcito y hasta una cocina bien equipada: 4 fuegos, microondas, kettle, tostadora, nevera… ¡sólo faltaba la lavadora!

Nos pusimos en camino, siguiendo las indicaciones del GPS, comprado meses atrás en Irlanda. Hora prevista de llegada: las 22.15 horas. Perfecto. Todo iba bien hasta que a eso de las 22.00 me fijo en que teníamos el río Shannon a la derecha de la carretera, cuando debía estar a la izquierda! Miro la configuración del GPS y, oh sorpresa, tenía activada la opción de usar… FERRY!!!! Y claro, nos estaba llevando a Tarbert, donde coger el ferry que cruzase el Shannon hasta Killimer. Rezamos para que aún hubiese servicio pero… el último había zarpado a las 21.30, por lo que teníamos que desandar todo el camino hasta Limerick y dirigirnos por la otra orilla. Resultado: que llegamos a Kilkee a medianoche.

Afortunadamente aún estaban Michael y Bridies despiertos y, tras ofrecernos una pinta, nos llevaron a nuestra morada. Tocaba descansar.

El primer día lo dedicamos a explorar los alrededores y descubrir, por casualidad, un lugar llamado The Pollock Holes: una especie de cadena de rocas en el sur de la playa que, al bajar la marea, hacían de piscina natural. Mirad qué diferencia entre marea alta y marea baja, tomadas ambas fotos desde la misma perspectiva:

 

Esa misma tarde nos fuimos hasta Loop Head, el extremo más suroccidental de la región. Hicimos una pasada por Carrigaholt para ver el Castillo de MacMahon, una casa torre junto al estuario del Shannon:

 

Por fin llegamos a Loop Head, dominado por un faro aún en funcionamiento. Desde allí, como por toda la zona, los acantilados caen de manera vertiginosa hacia el agua:

 

 

En próximas entradas, continuará…