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Big money prize!


En Irlanda también emiten esos programas/concursos/engañabobos a altas horas en los que ofrecen suculentos premios si aciertas una pregunta sencilla. Pero no es lo mismo. Si no, observad esta captura que hice en uno de mis viajes.

Pregunta: acierta el nombre de varón que tengo en el sobre

Premio: tachán tachán…  70 (SETENTA) lereles.

Entender el ‘Ulises’ de James Joyce


En el reciente Encuentro de Irlandeses y Amantes de Irlanda en España salió a colación, más de una vez, la obra Ulises de Joyce. El domingo por la mañana pude escuchar con atención cómo Roger Cumminskey desgranaba el capítulo 4. Pues bien, navegando por la red me he topado con esta guía para comprender mejor la obra. Espero que os sea de utilidad. Yo creo que, siguiendo al pie de la letra todas sus instrucciones, el Ulises se nos abrirá de par en par. ¡Suerte!

Supongo que muchos habréis oído hablar de esta obra cumbre de la literatura universal y de su autor, el escritor irlandés James Joyce. La leyenda urbana que corre por ahí es que nadie consigue acabarse el tocho sin sentirse anonadado por su tremenda incultura o quedarse profundamente dormido. No os preocupéis, es normal. Es imposible entender el contenido si con anterioridad no se ha localizado el continente. Así que, nos hemos dicho, ¿por qué no hacer un manual de ayuda para que entendáis este libro? Y eso hemos hecho. Generosos que somos.

Para los profanos explicar brevemente que «Ulises» es un relato basado según algunos en la estructura de La Odisea de Homero; según otros en la forma de empinar el codo del autor. Por si fuera poco, hace un uso indiscriminado del discurso interior, técnica narrativa no basada en los cánones literarios convencionales, sino en el discurrir aleatorio, incoherente y naufragante que se produce en la mente cuando vas caminando por la calle. Podéis hacer la prueba cuando queráis: iros a dar una vuelta y lo comprobaréis personalmente. Leéis un rótulo donde pone «Camas automáticas» y de repente hacéis una regresión en el tiempo y os acordáis de cuando estuvisteis ingresados por una lesión de ligamentos cruzados del menisco interior derecho y, efectivamente, la cama era automática. De ahí saltáis a «Maribel«, ¿por qué?, por que la enfermera que os traía la sopa se llamaba justamente… ¡Maribel! y unos momentos después estáis pensando en una marca comercial de queso que se llama mini-maribel. Os entra hambre y acabáis frente a un pincho de tortilla en una tasca un poco grasienta. ¿Resultado? En menos de un minuto nos hemos ido de las «camas automáticas» a los «pinchos de tortilla». Este tío era un genio: te ahorras un pastón en drogas!!!

Por si no tenéis bastante, Joyce tenía un sentido del humor bastante peculiar y hacía un uso desmedido del «private joke«. Para que nos aclaremos: es aquello que nos hace gracia sólo a nosotros porque está relacionado con cosas de nuestra vida particular. Por si fuera poco: aparte del vino, le chiflaban las alegorías, los simbolismos, los mensajes encriptados y los juegos de palabras raros. Y además los usaba a destajo.

¿Preparados?

TODO LO QUE HAY QUE SABER (previamente) PARA ENTENDER ULISES.

* Hay que tener el nivel C de latín, o en su defecto el Latin First Certificate.

* También hay que tener conocimientos profundos de etimología griega y saberse de pé a pá las obras de Aristóteles, Platón y Sócrates (mínimo) Si se pueden leer directamente en griego antiguo es preferible. Si tus conocimientos de griego alcanzan sólo a decir kroña-k-jroña, mejor ni lo intentes. Sigue leyendo

Los irlandeses y la bebida


Un irlandés entra en un bar en Dublín, pide tres pintas, y se retira a bebérselas tranquilamente en un rincón del bar. Cuando se las acaba vuelve al mostrador y pide otras tres pintas. El camarero le dice:
– Oiga, ¿por qué me las encarga de tres en tres ? Si se las tomase una después de otra, estarían más frias y tendrían más gas.
– Ya, pero es que verá, tengo dos hermanos; uno está en América y el otro está en Australia, y cuando nos despedimos hace años nos prometimos que nos acordaríamos los unos de los otros bebiendo de esta forma.
– Ah, ya veo… bueno, tome sus tres pintas.
Total, que el irlandés se hace un cliente habitual del bar y siempre se toma las pintas de tres en tres, hasta que un día llega al bar y encarga sólo dos. El camarero le pregunta :
– Oye, ¿y por qué hoy quieres sólo dos cervezas?
– Es que he decidido dejar de beber.

 

      

    

    

           

                                               

– ¿Por qué los irlandeses nunca beben agua?
– Porque quita la sed.

 

               

                         

                        

                   

                           

Un irlandés naufraga en una isla desierta y pasa allí más de 20 años hasta que un día se encuentra una botella en la playa, y al abrirla sale un genio que le concede dos deseos. (Sí, en este caso son sólo dos)
El primer deseo que pide el irlandés es una botella de Guinness que no se acabe nunca. El genio se lo concede: aparece una botella en la mano del irlandés, que echa un larguísimo trago, pero cuando acaba y vuelve a mirar la botella ve que sigue estando llena.
– Jo, genio, qué chollo de botella, voy a ser feliz con ella.
– Bueno, ¿y cuál va a ser tu segundo deseo?
– Hum… ¿me podrías dar otra botella igual?